La mayoría de los directivos están en una etapa incipiente de adopción de la IA
- Setesca
- 20 ago
- 3 Min. de lectura
La Inteligencia Artificial Generativa ha irrumpido con fuerza en las organizaciones, despertando un gran interés en los equipos directivos. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de los líderes empresariales se encuentran todavía en un estadio muy inicial de adopción; el potencial de la IA va mucho más allá de redactar documentos o crear agendas, hablamos de herramientas capaces de transformar procesos, automatizar tareas críticas y facilitar la toma de decisiones estratégicas.
Entonces, ¿por qué aún no se está aprovechando todo su alcance?

Tres niveles de madurez en la adopción de la IA
Para comprender la situación actual, es útil identificar los tres niveles en los que se pueden clasificar a los directivos en función de su uso de la Inteligencia Artificial.
1. Nivel incipiente
En este estadio, el uso de la IA se limita principalmente a copilotos o asistentes digitales que ayudan en tareas sencillas como redactar documentos, resumir información o generar agendas. Aunque supone un primer acercamiento, no se traduce en un impacto real en la estrategia empresarial.
2. Nivel intermedio
Aquí los líderes comienzan a delegar tareas operativas a la IA, utilizándola para automatizar procesos simples, organizar flujos de trabajo o generar insights iniciales. Se empieza a liberar tiempo, pero la IA todavía no se integra como pieza clave en la toma de decisiones.
3. Nivel avanzado
El estadio más transformador. En este nivel, la IA se convierte en un aliado estratégico, capaz de analizar grandes volúmenes de datos, proponer escenarios, anticipar riesgos y optimizar la planificación. La automatización y el análisis no son un apoyo puntual, sino un motor de competitividad y crecimiento.
El riesgo de quedarse atrás
La mayoría de los directivos se encuentra todavía en el primer nivel, lo que genera una brecha importante entre el potencial de la IA y su impacto real en el negocio. Limitar la adopción a tareas básicas significa perder la oportunidad de:
Liberar recursos y tiempo que podrían destinarse a la innovación.
Mejorar la calidad de las decisiones, gracias a un análisis más completo y riguroso.
Optimizar procesos clave en áreas como finanzas, operaciones, supply chain o recursos humanos.
Mantener la competitividad, en un mercado donde otras organizaciones ya están escalando la IA hacia usos estratégicos.
Qué necesitan los directivos para avanzar
Para dar el salto del nivel incipiente a un uso estratégico de la IA, los líderes deben impulsar una transformación que combine visión, cultura y capacidades tecnológicas. Algunos pasos clave son:
Definir una estrategia clara de adopción de IA, alineada con los objetivos de negocio.
Capacitar a los equipos y a la alta dirección, asegurando que todos entiendan no solo cómo usar la tecnología, sino cómo integrarla en sus decisiones.
Fomentar una cultura de innovación, que vea la IA no como una amenaza, sino como una herramienta para potenciar las capacidades humanas.
Identificar casos de uso de alto impacto, priorizando aquellos que aporten valor rápido y tangible.
Garantizar la gobernanza y la ética en el uso de la IA, para mantener la confianza de clientes, empleados y accionistas.
Estamos ante un momento decisivo. La IA Generativa ya está aquí, pero su verdadero valor dependerá de la capacidad de los directivos para dar el salto de un uso básico a un uso estratégico. Quedarse en la fase incipiente significa aprovechar solo una fracción del potencial disponible, mientras que avanzar hacia un nivel avanzado puede marcar la diferencia entre liderar la transformación o quedarse rezagado.
En Grupo Setesca creemos que el futuro pertenece a quienes sepan integrar la Inteligencia Artificial en el corazón de sus decisiones estratégicas. El camino ha comenzado, y ahora es el momento de acelerarlo.





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